Todavía es de noche, por Rolando Lazarte

Enseguida, comenzará a amanecer. El cielo irá poniéndose más claro, las nubes dibujarán su silueta en el horizonte, y el mar se extenderá, plano, hasta perderse de vista. Por la playa, las mujeres irán caminando sintiendo la arena y el agua bajo sus pies, mirando este paisaje y los paseantes por la beira mar. En la claridad, en algún momento, se dibujará la silueta del sol. Verás el disco amarillo, naranja, rojo, recordándote tantas cosas, recordándote a ti mismo, ¡oh, refulgente rayo del sol resplandeciente! En distintas partes del mundo, personas meditarán y orarán. Otras, estarán muriendo o abriendo la heladera para comer alguna cosa. Otras, no tendrán qué comer. Recuerdas esos rostros de niños hambrientos en la tapa de las revistas del Correo de la Unesco que comprabas para papá en el kiosco del pasaje San Martín, en Mendoza. Verás las siluetas femeninas andando por la arena. Pensarás en la puerta estrecha. Antiguas oraciones subirán a tu mente y corazón, y andarás, tú mismo por la arena milenar. Comprarás comida e el supermercado con María, o irás a la oficina mecánica con Gilvandro, tu cuñado. Recordarás Josélia en Pipa. Leila, Bruno, Paola, que no es Paola, Duda (A galega está arriada). Las latas de cerveza. El Hijo no bebe. Yo bebo, y soy Hijo. La Divina Madre envolviéndolo todo, a vos, a mí, a todo lo que existe. No habrá otro Dios para vos. Sólo ella, la Divina Madre. Ayesha, de Rider Haggard. Ahehia ote Hes, eret Hes ote Ahehia. Recordarás al señor Guilherme, en São Paulo: Arreia ote Res. El día siete de marzo, con los incontables recordatorios del día de la mujer, desfilarán en la televisión y en tu mente. Pasan los autos por la calle de al lado, en frente. El jardín duerme con sus grillos mantram. Piensas en Leo, en Brasilia. Arturo, en São Paulo. María acá cerca, en Cabo Branco. Omar, en Mendoza. Gita, en el cielo, como Dom Fragoso, Ramón. Otro auto pasa. El mar a lo lejos. Los grillos. 7 de marzo de 2009.

Um comentário:

Maria disse...

Parabéns pelos textos e pelo blog.

Desenham-se corpos Inquietos
sem rostos(...)
invisíveis.

Improvisam a alma
Enriquecem a valsa
mergulham despercebidas

Sombras sem fendas
gritam no deserto povoado
expectativa de vida (...)
partes de nós.